“Nosotros y los dinosaurios”
Un relato distópico de Alejandro Mos Riera
“No había nadie. Solo nosotros y los dinosaurios”
Sam Shepard
Nosotros somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir la humanidad, excepto la humanidad misma. La sexta extinción masiva de la biodiversidad mundial ya está en marcha, y está causada por el impacto del ser humano, en ella, intervienen el cambio climático, la destrucción del hábitat, la sobreexplotación de especies, la contaminación y la agricultura industrial. Desde el año 1500 se podrían haber perdido alrededor de 200.000 especies. Es un hecho, no creas a quienes lo niegan, es una evidencia científica.
La naturaleza no pertenece al ser humano, el ser humano pertenece a la naturaleza.
Cada fragmento de la tierra, es sagrada. Cada gota de rocío en los bosques, cada árbol de los bosques, cada planta, cada animal que vive en este mundo, es un milagro de la vida, son sagrados en la memoria y la historia del mundo. Somos parte de la Tierra y ella es parte de nosotros. Las montañas bajo las estrellas, las verdes praderas, las flores perfumadas, el caballo, el perro, el gran águila, todos pertenecemos al mismo hilo que une la vida en la tierra.
Pero para muchos humanos la tierra, es un enemigo, una conquista en su camino, un negocio a cualquier precio. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás grandes desiertos.
Nosotros, como los dinosaurios nos extinguiremos, quizá antes de lo que pensamos. Contaminamos la tierra y moriremos ahogados en nuestros propios residuos. Esta vez no será un meteorito, sino nuestra codicia, odio, ignorancia y avaricia, con el que nos destruiremos a nosotros mismos y la vida en la tierra.
Solo una vez que los bosques de la tierra sean talados o quemados, los animales enfermen sin remedio, solo después de que el agua de los ríos haya sido envenenada, que en el mar haya más basura y plástico que peces. La humanidad descubrirá que la naturaleza tiene más valor, que ningún dinero del mundo.
Aún estamos vivos, no es tarde, pero debemos actuar ya. Estamos a tiempo para cambiar el rumbo y salvar este mundo. Las generaciones del futuro recordarán qué hicimos ahora, o que no hicimos nada, para proteger la naturaleza y la vida en la tierra, de los enemigos del árbol de la vida y la familia humana.